La autoridad visitó la ampliación de la planta cervecera de la empresa internacional AB InBev Chile por más de US$100 millones y que ha generado más de 1.340 empleos, destacando que “por cada US$10 millones de inversión, se generan alrededor de 900 nuevos puestos de trabajo”.Además, anunció medidas de fortalecimiento a la Oficina GPS y de ampliación a la depreciación instantánea, como parte de la agenda para atraer capital extranjero al país.
Lunes, 13 de enero de 2019. Durante su visita a la ampliación de la planta cervecera de la empresa internacional AB InBev Chile, el Ministro de Economía, Fomento y Turismo, Lucas Palacios, realizó una serie de anuncios que buscan potenciar la inversión extranjera en el país.
El primero fue la mayor urgencia en el trámite parlamentario del proyecto de ley que moderniza el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), iniciativa que se encuentra aún en su primer trámite la Cámara de Diputados.
Palacios destacó la importancia de la inversión internacional en Chile ya que “todos los países que quieren ser desarrollados, que quieren tener una economía integrada, que incorpore a las personas, que brinde trabajo, necesitan inversión. Y nuestro país ha sido, es y será un país que recibe con los brazos abiertos la inversión. ¿Y saben por qué? Porque cada US$10 millones de inversión, se generan alrededor de 900 nuevos puestos de trabajo”.
El Secretario de Estado destacó el ejemplo de la cervecera AB InBev, que en Chile opera marcas como Corona, Stella Artois, Budweiser, Cusqueña, Becker, Báltica, Leffe y Goose Island, y que puso en marcha una ampliación que involucró una inversión por US$130 millones.
La planta de la compañía internacional, construida en 1991, ahora podrá triplicar la producción de cerveza en Chile, alcanzando los 330 millones de litros anuales.
Así, el Ministro de Economía ejemplificó con el caso de la planta cervecera, señalando que “durante el período en que se ha desarrollado esta ampliación, se han contactado 80 empresas proveedoras con cerca de 4.500 empleados”.
Respecto a las modificaciones que se discuten en relación a la institucionalidad ambiental, Palacios relevó la iniciativa ya que “es algo muy importante para agilizar los procesos, para que, desde el punto de vista jurídico, tengan mayor certeza, siempre defendiendo y cuidando el medio ambiente”.
En este contexto, el gerente general de AB InBev Chile, Luis Vives, comentó que “este proyecto responde a nuestro compromiso con la economía local, ampliando nuestro sólido portafolio de marcas y apostando por los desafíos que impone el consumidor chileno, a la vez que asegura una producción sustentable y en línea con los más altos estándares de eficiencia energética y gestión medio ambiental, lo que nos permitirá reducir nuestras emisiones de CO2 y disminuir nuestros consumos de agua, energía eléctrica y gas. Hoy todos nuestros esfuerzos están concentrados en generar un impacto positivo la comunidad en la que nos insertamos, buscando ser un aporte tanto para nuestros colaboradores como para la comuna de Quilicura».
Asimismo, la empresa trasnacional se comprometió a producir el 100% de sus cervezas con fuentes de energía renovable no convencional para el año 2025, y ésta sería la primera filial de la compañía en Sudamérica en implementar dicha iniciativa.
Fortalecimiento a GPS y depreciación
El Secretario de Estado además anunció dos medidas complementarias para impulsar la inversión extranjera. La primera, el fortalecimiento a la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), dependiente del Ministerio de Economía, a través de “una estrategia conjunta para poder atraer inversión extranjera, con la Cancillería, con la subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales”.
A ello se sumará la incorporación de medidas como la depreciación instantánea, elemento que actualmente se discute en el proyecto de Modernización Tributaria, pero que, según explicó, “el porcentaje que está incorporado en el proyecto de ley es de un 50%”, cifra que se pretende elevar, pero cuyo guarismo aún no ha sido definido.
En ese sentido, recordó que el 50% de depreciación instantánea “aunque es bastante significativo, solamente ese valor significa, un costo fiscal del orden de los US$ 700 millones”, por lo que, “es una menor recaudación, y por lo tanto tenemos que mantener los equilibrios”.